La escasez de semiconductores a nivel mundial es cada vez más evidente y Apple ha anunciado que reducirá su producción de iPads para utilizar componentes, como los chips, en los iPhone 13. Apple además, también ha optado por reducir la producción de sus iPhones más antiguos.
La estrategia, explican, es centrarse en su producto más nuevo, el iPhone 13 que comenzó a comercializarse a finales de septiembre, y aprovechar el previsible tirón, sobre todo, de los mercados occidentales que ya empiezan a acercarse a los índices de ventas prepandémicos.
En una entrevista reciente para Financial Times, el jefe financiero de Apple, Luca Maestri ha asegurado que las pérdidas que ha generado la escasez de chips a nivel general han sido millonarias y que Apple, en particular, ha dejado de ganar 6.000 millones de dólares.